Crow Mother

En los misteriosos rincones de la antigua mitología apache, se oculta una sombría y oscura leyenda que ha permanecido en los susurros del tiempo: "Crow Mother, Madre Cuervo, Diosa de la Fertilidad". Una entidad divina cuya presencia infunde terror y reverencia en aquellos que osan pronunciar su nombre. Su historia, legendaria y aterradora, se teje en las tradiciones más ancestrales de la tribu, transmitida en susurros y relatos secretos que apenas se atreven a mencionar.

La tribu apache, arraigada en la creencia de que el mundo de los dioses y los espíritus gobierna sobre el destino de los hombres, veneraba a Crow Mother con una mezcla de temor y devoción. Ella personificaba la dualidad de la vida, la fertilidad y la muerte, y se creía que tenía el poder de otorgar prosperidad y cosechas abundantes, pero también de traer enfermedades y desgracias a aquellos que la desafiaban.

La leyenda cuenta que, hace incontables lunas, nació una joven llamada Nascha, cuya alma estaba predestinada a ser un receptáculo para el espíritu de Crow Mother. Desde su nacimiento, Nascha demostró una sabiduría inusual y una conexión profunda con la naturaleza. Los ancianos de la tribu interpretaron estas señales como un presagio ominoso, pero también como un reconocimiento de la importancia del papel que Nascha desempeñaría en el delicado equilibrio entre el mundo terrenal y el reino de los dioses.

A medida que Nascha crecía, su conexión con la naturaleza se intensificaba. Tenía el don de comunicarse con los animales y entender el lenguaje de los árboles y las aguas. Pero también se decía que tenía visiones inquietantes, sueños proféticos que revelaban la ira y el poder destructivo de Crow Mother. La tribu veía en ella a la elegida, aquella destinada a portar la carga de la Diosa de la Fertilidad.

Un día, mientras Nascha deambulaba por los bosques, se encontró con una figura oscura y enigmática: Tse Nez, un anciano chamán de la tribu conocido por sus profundos conocimientos sobre los dioses y los misterios de la naturaleza. Tse Nez reconoció en Nascha la presencia del espíritu de Crow Mother y supo que su destino estaba irrevocablemente entrelazado con el de la Diosa de la Fertilidad.

El chamán llevó a Nascha a una gruta oculta, un lugar sagrado donde se decía que los dioses hablaban en susurros. Allí, Tse Nez le reveló a Nascha la verdad sobre su identidad y el poder que llevaba en su interior. La joven, temerosa pero determinada, aceptó su destino y se entregó a la voluntad de los dioses.

A partir de entonces, Nascha se convirtió en Crow Mother, la encarnación terrenal de la Diosa de la Fertilidad. Su presencia era temida y reverenciada, y su voluntad era considerada la voz de los dioses. En cada solsticio de verano, la tribu realizaba ceremonias sagradas en honor a Crow Mother, ofreciendo sacrificios y ofrendas para asegurar la prosperidad y la fertilidad de la tierra.

Pero con el tiempo, algo cambió en Crow Mother. Su semblante se volvió más sombrío, sus ojos reflejaban una mirada profunda y penetrante. La tribu comenzó a percibir un aura de oscuridad que la envolvía, y sus visiones se tornaron más inquietantes y amenazadoras. Se rumoreaba que la Diosa de la Fertilidad exigía cada vez más sacrificios, que su sed de poder y dominio crecía sin control.

La tribu se encontraba dividida entre aquellos que la veneraban con miedo y aquellos que cuestionaban la verdadera naturaleza de Crow Mother. Nascha, la joven que una vez fue, parecía desvanecerse, eclipsada por la presencia abrumadora de la Diosa.

En una noche oscura y tormentosa, mientras la tribu celebraba una de sus ceremonias rituales, una voz ancestral se alzó entre los presentes. Era Akando, un guerrero valiente y sabio, conocido por su espíritu indomable y su voluntad inquebrantable.

Akando había tenido visiones que lo atormentaban, sueños premonitorios que lo impulsaron a confrontar a la Diosa de la Fertilidad y descubrir la verdad detrás de su oscura transformación. Desafiando el temor y el peligro, Akando se enfrentó a Crow Mother y la desafió a revelar su verdadero rostro.

En medio de la tormenta, la figura de Crow Mother se contorsionó, revelando una forma monstruosa y aterradora. La tribu observó horrorizada mientras Akando luchaba contra la sombra que se había apoderado del alma de Nascha.

La batalla fue épica, una lucha entre la luz y la oscuridad, entre la bondad y la maldad. Pero Akando no se rindió, invocó el poder de los dioses y la sabiduría de los antiguos. Finalmente, logró liberar a Nascha del yugo de Crow Mother.

La Diosa de la Fertilidad, derrotada y despojada de su disfraz, se desvaneció en la oscuridad, dejando atrás solo un eco siniestro de su presencia. Nascha, liberada de la sombra que la había consumido, volvió a ser la joven llena de sabiduría y amor por la naturaleza que una vez fue.

Desde aquel día, la tribu rindió homenaje a Nascha, la valiente joven que se enfrentó a los dioses y descubrió la verdad detrás de la oscura leyenda de Crow Mother. Su historia se convirtió en una advertencia sobre el peligro de la ambición desmedida y la tentación del poder.

La leyenda de "Crow Mother, Madre Cuervo, Diosa de la Fertilidad" se mantiene viva en los corazones de los apache, recordándoles la importancia de mantener el equilibrio y la armonía con la naturaleza y de no ceder ante las sombras que acechan en los rincones más oscuros del alma humana.

Y así, en los vastos y misteriosos territorios apache, la leyenda sigue vigente, advirtiendo a aquellos que se atreven a desafiar a los dioses y recordando que la verdadera sabiduría radica en comprender el equilibrio entre la luz y la oscuridad, entre la vida y la muerte.

Fuente: Tedigoquien.soy