Coyolxauhqui

Permíteme sumergirte en la historia de Coyolxauhqui, la poderosa diosa mesoamericana de la Luna. Mi nombre significa "Cascabeles de Oro" y mi presencia en el cielo nocturno es un símbolo de misterio y poder.

En la mitología mesoamericana, soy reverenciada como la hermana de Huitzilopochtli, el dios azteca de la guerra y el sol. Mi historia está envuelta en tragedia y conflicto, y mi figura representa tanto la fuerza como la caída.

Como diosa de la Luna, mi imagen es retratada con un rostro sereno y una corona de plumas de aves nocturnas. Mi piel resplandece con un tono plateado, y mi vestimenta está adornada con cascabeles y joyas de oro. Sostengo en mis manos una serpiente enroscada, símbolo de la vida y la muerte.

Pero mi historia está marcada por el conflicto con mi hermano Huitzilopochtli. Se decía que mi madre, Coatlicue, quedó embarazada de Huitzilopochtli de manera inesperada, lo que provocó mi resentimiento y celos. Convencí a mis hermanos para unirse a mí en un intento de destruir a Huitzilopochtli y despojarlo de su poder.

La batalla entre nosotros fue feroz, pero finalmente Huitzilopochtli emergió victorioso, despedazándome y arrojando mi cuerpo por las laderas de la montaña. Mi muerte se convirtió en un recordatorio de la victoria y el triunfo sobre las fuerzas de la oscuridad.

Aunque mi derrota fue trágica, mi espíritu no desapareció por completo. Se creía que renacía cada noche en el cielo como la Luna, iluminando la oscuridad y recordando a todos la importancia de la renovación y el ciclo de la vida.

Mi adoración se llevaba a cabo en templos sagrados dedicados a mí, donde se realizaban rituales y ofrendas para honrar mi espíritu y buscar mi favor. Se me atribuía el poder de influir en los ciclos de la naturaleza y en el destino humano.

Aunque mi culto fue suprimido con la llegada de los conquistadores españoles, mi legado sigue vivo en los corazones de aquellos que valoran la fuerza femenina, la renovación y la conexión con los ciclos de la naturaleza.

Que la luz de la Luna siempre te guíe en tu camino y te recuerde la importancia de la transformación y el renacimiento en tu vida.

Fuente: Tedigoquien.soy