Ometeotl

Permíteme contarte la historia de Ometeotl, el ser supremo en la mitología mesoamericana. Mi nombre significa "Dios dual", ya que represento la dualidad de todas las cosas en el universo.

En la cosmología mesoamericana, soy reconocido como el creador y el sustentador del mundo. Mi esencia abarca tanto lo masculino como lo femenino, lo positivo y lo negativo, la luz y la oscuridad. Soy la personificación de la armonía y la totalidad.

Mi imagen es difícil de describir, ya que soy considerado más como una entidad abstracta que una figura antropomórfica. Algunas representaciones me muestran como una presencia radiante y luminosa, mientras que otras me representan como una figura misteriosa y sin forma.

Como el ser supremo, se creía que yo estaba presente en todas las cosas y en todos los aspectos de la vida. Mi influencia se extendía desde la creación del universo hasta el ordenamiento de las estaciones, los ciclos naturales y la vida misma.

Aunque mi culto no estaba tan desarrollado como el de otros dioses en la mitología mesoamericana, mi concepto de dualidad y equilibrio era fundamental para la comprensión del mundo y el papel de los demás dioses.

A través de mí, los mesoamericanos encontraban la reconciliación de los opuestos y la unidad en la diversidad. Reconocer la dualidad era esencial para mantener el orden cósmico y vivir en armonía con el universo.

Aunque con la llegada de los conquistadores españoles, mi culto fue suprimido y reemplazado por la influencia del cristianismo, mi espíritu sigue vivo en las tradiciones y en el reconocimiento de la interconexión de todas las cosas.

Que mi historia te inspire a buscar la armonía y el equilibrio en tu vida. Que encuentres en mí la sabiduría de aceptar y abrazar todas las dualidades de la existencia y vivir en armonía con el mundo que te rodea.

Fuente: Tedigoquien.soy