Neftis

Mis queridos lectores, permítanme sumergirles en una historia de misterio y encanto, en los confines del antiguo Egipto, donde las sombras de la luna danzaban con los secretos de los dioses. Soy Neftis, la diosa de la luna y la protección, y es mi deber contarles mis fascinantes aventuras que han quedado entrelazadas en los anales de la mitología egipcia.

Desde mi nacimiento, supe que mi destino estaba intrincadamente tejido con los misterios de la noche. Hija de Geb, el dios de la tierra, y Nut, la diosa del cielo, llevaba en mi esencia la herencia divina de velar por la protección de los mortales bajo la luz plateada de la luna.

Como diosa de la luna, mi presencia divina se hacía sentir en cada fase del brillante astro que adornaba los cielos nocturnos. Los habitantes de las aldeas y las ciudades me veneraban como la guardiana de la noche, cuyo resplandor iluminaba sus caminos y protegía sus hogares de las sombras que acechaban en la oscuridad.

Recuerdo con cariño una de mis aventuras más enigmáticas, cuando me vi envuelta en la búsqueda de los amuletos de la protección que habían sido robados del templo sagrado. La desaparición de los valiosos tesoros había sumido a la comunidad en el temor y la incertidumbre, y mi papel como diosa de la luna era esencial para desentrañar el misterio detrás del robo.

Con astucia y determinación, recorrí los rincones más oscuros y enigmáticos del reino de los dioses y los mortales. Mis ojos de luna penetraban en las sombras, y mi intuición divina guiaba cada uno de mis pasos mientras desentrañaba las pistas que habían quedado escondidas en la noche.

Pero mi figura divina también se convirtió en un símbolo de esperanza y protección para los mortales en sus momentos de peligro y adversidad. Los corazones afligidos me invocaban en sus plegarias, confiando en mi guía para encontrar la fuerza y el valor para enfrentar los desafíos de la vida.

Además de mi papel como diosa de la luna, también era conocida como la diosa de la protección. Los guerreros y los soldados me invocaban antes de partir en sus batallas, confiando en mi poder para velar por su seguridad y bienestar en los campos de combate.

Recuerdo con cariño una de mis más grandes hazañas: proteger a los ejércitos del reino de Egipto durante la invasión de las fuerzas enemigas. Con mi resplandor divino, ahuyenté las sombras que acechaban en la oscuridad y llené los corazones de los soldados con la fuerza y la valentía para defender sus tierras y su gente.

Mi figura divina también se entrelazaba con el ciclo de la vida y la muerte. Los rituales funerarios se realizaban con devoción y reverencia, y yo, como guía de las almas, velaba por su seguridad y bienestar en el más allá.

Con el paso del tiempo, mi figura divina se expandió más allá de las fronteras de Egipto, llevando mi nombre y mi leyenda a tierras lejanas, donde se me conocía como Neftis en Egipto, Neftis en la antigua Grecia y Neftis en la antigua Roma.

En cada cultura y civilización, mi esencia divina adoptaba diferentes formas y atributos, pero mi propósito como la diosa de la luna y la protección permanecía inmutable, protegiendo y guiando a la humanidad bajo mi radiante resplandor.

Con el paso de los siglos, mi figura divina perduró en la memoria de la humanidad como la diosa que velaba por la protección y la seguridad bajo la misteriosa luz de la luna.

Espero que mi relato os haya conmovido y cautivado, y que mi historia perdure en vuestros corazones como un recordatorio de la importancia de la protección y la guía en el delicado equilibrio de la vida.

Con afecto,

Neftis, la diosa de la luna y la protección.

Fuente: Tedigoquien.soy